¿Y qué es ya normal?

Era algo tan simple, y tan complicado a la misma vez, como sentir que podía ser yo mismo. En cada entorno compartido, en soledad y en sociedad, entre dientes y sin repensar mi discurso hasta que saliera de mi boca libre de potenciales reproches.

Todo el mundo tenemos estrofas que nos retienen y alejan de ser puros, limpios, ajenos a los pecados capitales, eso es inevitable, pero hay que encontrar el grado de equilibrio que permita que no condiciones la vida de tus compañeros de viaje.

Gracias por la conexión de energías, por la sensación de hogar en cada minuto, por esas ganas de perdurar y de probarlo todo.

Dicho esto, me gustaría hablaros de baloncesto, de normalidad, de mi día a día con mis dos equipos ahora que ya estamos inmersos en plena competición, pero en verdad nada será normal mientras llevemos puestas estas odiosas mascarillas en las bocas que nos coartan, mientras sigamos pensando que cumplir todas estas estúpidas normas que nos han auto impuesto nos van a salvar cuando en verdad están matando lo que el ser humano es como sociedad. Desde el apelar a nuestra responsabilidad social nos están mutilando precisamente eso. Dentro de un siglo o tal vez más, se conocerá quienes se lo están llevando por debajo de la mesa en esta situación, y quizás ya será demasiado tarde para volver a ser una sociedad alegre y confiada. Se ha abierto en nuestras almas el hueco de la cizaña y la desconfianza, el recelo y el temor, maravilloso avance humano, estamos arreglados.

Hablaré pues desde la anormalidad del momento, mi equipo senior de nacional va líder de su grupo con 5 victorias y una derrota, y nos jugamos la probable primera plaza del grupo este domingo en Alcantarilla. El equipo no está jugando como me gustaría, vamos a arreones y muy dependientes de las rachas de algunos jugadores, pero es que este año no nos da para conseguir algo más trabajado y estable.

Llevo 2 partidos con mi equipo benjamin, no me está resultando sencillo ser entrenador y padre de dos de los jugadores a la vez, sabe Dios que lo estoy haciendo porque creo que, a pesar de todo lo desagradable que a veces me toca tragar, estoy haciéndoles un bien incalculable que a la larga valoraran. El primer partido lo ganamos con mucha superioridad porque el otro equipo apenas está empezando y el segundo partido lo perdimos en el último cuarto ante el UCAM Murcia, lo que tiene muchisimo mérito para ser el segundo partido de las vidas de mis jugadores. La verdad que estoy muy orgulloso del grupo que se está consolidando y espero seguir dando pasos adelante. Este próximo sábado recibimos al Real Murcia, y a ver que somos capaces de hacer.

El Club Baloncesto Begastri está dando una lección de normalidad de la que me siento muy agradecido. Hemos sacado el mismo número de equipos que en circunstancias normales habríamos sacado. Todos los integrantes del club nos estamos apoyando desinteresadamente para cubrir todos los huecos que los nuevos protocolos COVID exigen, pitando, haciendo de mesas, delegados, cubriendo la puerta de acceso a público, etc…, todo para que en Cehegin se pueda seguir ofreciendo la posibilidad de jugar a baloncesto a cualquier edad. Gracias a todos por vuestro esfuerzo y por el ejemplo que dais.

Me despido con una canción del nuevo disco de Kings of leon, me gusta mucho todo el disco, pero de momento destaco esta canción. Espero que os guste.

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