Apariencia versus vida

Hola a todos, queridos lectores a los que tengo abandonados. Lo admito, ha cambiado el foco de muchas cosas en mí en estos últimos años, y este espacio donde yo hubo un tiempo que necesitaba aparecer semanalmente ahora se ha quedado un poquito más arrinconado. Creo que ahora tiene un hueco en mi más natural, más puro, más limpio.

Con el baloncesto me ha pasado lo mismo, han sido muchisimos años volcando en él responsabilidades para conmigo impropias de un hobby. Con el foco muy fuerte en todo lo que concernía a esto, compensando quizás o tratando de enmascarar otras facetas a las que mí yo interior prefería no atender. Ahora está en su sitio correcto, mi hobby está en el lugar de atención y focalización interna que un hobby debe tener, al igual que este blog está ocupando el espacio que necesito de él.

Puede que algunos hayan sentido un bajón en mi grado de implicación con el club, es de lo más cierto del mundo, y además es lo que debe ser. Lo que hago y me nace lo hago con todo el amor del mundo, pero ya os digo yo que no le dedico 10 horas entre tareas, esfuerzo y pensamiento al día como pudo ser en otras épocas de mi vida. Eso quizás sea para los jóvenes que vienen pisando fuerte por detrás, o para los que tengan como yo en su día, la necesidad de huir de ciertas realidades y traer sus esfuerzos a otros campos, o simplemente para los que esto no sea un simple hobby sino mucho más. Enhorabuena a todos ellos, yo he superado ya mi sentimiento de culpa por notarme menos implicado, he superado ya mi sensación de frustración por ser muchisimo menos útil que antes y por contra he aprendido a disfrutar de cada ratito de entrenamiento (con los más pequeños y con los más grandes), he aprendido a quedarme con las sensaciones de que cuando estoy es porque quiero realmente y lo disfruto de verdad, pero no se me va la vida en ello (vamos, la definición literal de hobby).

Y desde este prisma se visualiza todo mucho más en perspectiva. Uno durante su vida, no se si coincidiréis conmigo, pero yo lo siento así, va teniendo que lidiar con diferentes situaciones que viene a guerrear en su entorno. Y no paran de aparecer y plantearse de mil formas para que las vayas trabajando o dejándolas fluir o a saber lo que necesitan transitar en ti. Mi tema estos últimos tiempos más recurrente es el de las apariencias. Se que siempre han estado ahí, es esa sensación social de venderte mejor de lo que crees de ti mismo, obviamente porque tu autoestima te está diciendo internamente que no eres suficiente, con lo cual, ante la rotunda decisión humana de no admitir flaquezas ni debilidades jugamos a enmascarar, aparentar y mentir sobre como somos y como reímos.

Cuando un árbitro de liga EBA me viene a la banda en mitad de un partido y me dice: «protesta lo que quieras, pero ni un gesto que están grabando con la cámara», dios mío, me rechina por todos lados. Hay muchos tipos de lenguaje, y el gestual es uno de ellos, me estás pidiendo que por medio del canal lenguaje oral puedo decirte casi de todo (sin faltar el respeto por supuesto), pero que, sin embargo, por el lenguaje gestual no puedo ni mover un codo, me estas pidiendo un imposible porque todos van de la mano. Y ¿por qué se ven obligados a pedirme ese imposible?, porque alguien les ha dicho que da igual la razón, la relación humana, la conversación, la protesta o lo que sea, da igual lo buenos que sean conversando, lo empáticos que puedan ser y lo beneficiosa que pueda ser cualquier interacción árbitro-entrenador, lo importante es la apariencia y que en la cámara no se vea un aspaviento, apariencia venciendo a la vida.

Soy consciente ahora mucho más de todo eso, como si lo tuviera a flor de piel. Hace no mucho en mi colegio tuve que soportar la conversación en la que oía que lo importante no es la calidad de la enseñanza sino lo que eres capaz de aparentar ante los padres. Me tocó poner cara de poker mientras escuchaba eso, que en ese colegio lo importante es la apariencia que damos al exterior, y aunque aguanté la pose lo mejor que pude, noté como mi parte del yo que se ocupa de esa faceta de mi vida se rompía un poco por dentro, después de llevar 22 años trabajando y tratando de llevar luz a esta profesión que la vida me puso en el camino.

La batalla de aparentar se me está poniendo también muchas veces enfrente en mi vida personal, creo que es un poco inherente a todos, y que todos tenemos en menor o mayor medida en vena metidas ciertas ideas que nos impregnan y nos hacen actuar de esta manera en muchas ocasiones. Y a veces, son nimiedades que no nos eliminan mucha energía, pero, en otras ocasiones, son tan fuertes que están sustituyendo nuestra propia vida, nos quitan todo nuestro brillo real, cambiándolo por una postal navideña, y no solo nos dejan solos ante nosotros mismos, sino que solemos volvernos tóxicos para nuestros seres cercanos por nuestro ejemplo.

Somos seres perfectos, tal y como somos. Si somos de tal o cual manera, es por algo, no aparentes, no te avergüences, no te escondas, simplemente sé tú. Si tu versión real es mejor que cualquier puesta en escena que hagas. Hoy os invito a todos a dejar de quedar bien y simplemente ser bien.

A mis jugadores pequeñicos les deseo que sean disfrute auténtico en estas fiestas junto con sus familias, que son geniales. A mis jugadores grandes les deseo autenticidad y que mantengan los valores que tienen, porque me dan lecciones cada día. A mis alumnos actuales y a todos mis alumnos pasados os deseo que la llama que vi dentro de todos vosotros siga fuerte y seáis capaces de verla. A todos mis amigos de todas las particiones de mi vida os deseo unos días y un año nuevo donde la vida le gane a las apariencias y seáis reales. A mis hijos y a mis casi hijas les deseo que sigan siendo tan increíbles como son hasta ahora, y que lleven con orgullo su vida por el mundo, porque hacen bien donde pisan. A mi pareja no le puedo desear mucho porque la perfección es inmejorable, lo que le deseo es al mundo que la sepa disfrutar, que se den cuenta de lo que es (para los despistados que aún no la han visto) y simplemente que flipen a su lado.

Feliz navidad a todos, huir de aparentar y ser auténticos el año que viene. Por mi parte, lo pelearé yo también, y seguiré mi cruzada, porque me gusta encontrarme a personas por la vida y no al escaparate de la tienda que la sociedad les ha pedido que muestren. Nos vemos en las pistas o dónde queráis.

Os dejo con mi canción favorita de este año.

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