El lado derecho de una piedra.

La vida se maneja como uno decide, eso es cierto, pero ninguno de nosotros nacemos con manual para saber qué cosas son correctas y cuáles no. Tratamos de seguir nuestras intuiciones, nuestras emociones y, en muchas ocasiones nuestros intereses más mundanos. ¿Pero, cuál es el lado derecho de una piedra?, ¿estamos viviendo nuestras vidas correctamente, o cagándola constantemente?, cada paso está lleno de dudas de ese tipo. Y si eres de cuestionarte poco estás cosas, pues medio medio vas pasando, pero si eres de plantearte todo como un acierto o yerro, pues te pierdes en muchos callejones existenciales que suelen encorsetar nuestros destinos.

Yo creo (porque de estas cosas nunca se puede estar seguro) que he vivido toda mi vida sabiendo que debía haber algo más, joder, tenía que haber algo más que mi corazón a medio latir, que sentir sentimientos pero no sentir que me explotasen dentro. Creo que era consciente que estaba pasando por la vida de pasada, que estaba siendo un secundario de otros pero para nada protagonista de mi historia. Me anulé por mucha gente, y durante mucho tiempo me he maldecido por eso, pero ahora no, ahora estoy orgulloso de lo que hice, de todo absolutamente, porque ese camino me ha traído hasta donde ahora me encuentro.

No ha sido fácil, ni lo será, pero he conocido la vida. Que te rebose el alma, que lo que sientas sea desbordante, que no haya palabras para describirlo ni momentos que quieras que terminen.

¿Cómo puede ser tan bonita una conversación?, ¿cómo puede una caricia colmar tanto?, y un rato de sofá puede ser el paraíso. Y una vuelta en el coche el viaje más increíble. ¿Cómo puede hacer tanto bien sentir tu mano en mi bolsillo? en medio de una conversación de amigos. ¿Y un desayuno entre viejos, tener destellos de magia?. Y miles de muestras de amor, de viajes y de llamadas, y miles de conexiones entre las cosas mundanas.

La vida es eso que pasa mientras yo escribo, es todo y es nada. No ha sido sencillo el camino, son muchos años de mantas, no me pondré ni una más, o me quema o me desgarra. Ya no se puede fingir que intuyes que hay algo más, ya no se puede esconder la mirada, desandarle a tu alma y retarla a apagarse. ¿Cuál es el lado derecho de una piedra?, el que tú quieras que sea.

Que todo se apacigüe, jugar a desenganchar para ver si estabas en el Alfa. Hacer que nada ha pasado para ver mis latidos en tu recuerdo, ¿Y qué lado es ese de la piedra?.

Ahora soy muy valiente, más que nunca en mi vida. Estoy regalándome entero, incluso lo que no sabía que tenía. Me he propuesto lograrlo, aunque me pueda costar la vida, pero sin duda ella lo merece, cada segundo, cada momento, cada lucha desmedida. No soy más que luz, la que siempre se queda escondida, que ha decidido que brilla o se apaga, no hay más salida.

Amigos míos, salid de debajo de las mantas y miedos que os oprimen. Contadle al mundo vuestra verdad, lo que os ha faltado hasta ahora, las cosas que os queréis llevar a la tumba cuando llegue la hora. A vivir preciosos, a vivir que son dos días.

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